De noche, la capacidad visual del conductor se reduce un 70% respecto a la conducción diurna. Además, se fatiga más porque exige un mayor esfuerzo.
Para evitar sustos y facilitar la conducción nocturna podemos aplicar los siguientes consejos:
1. Comprobar que la iluminación del vehículo funciona correctamente y limpiar los cristales, pues esto último favorece la visibilidad y evita reflejos molestos.
2. Ajustar la altura de los faros para tener buena visibilidad y no molestar al resto de conductores.
3. Regular los retrovisores exteriores e interiores.
4. Encender las luces de cruce 1 hora antes de la puesta de sol.
5. Adaptar la velocidad a las condiciones de iluminación y aumentar la distancia de seguridad.
6. Quitar las luces largas cuando aparezcan otros vehículos. Si le deslumbran, puede dirigir la vista a la zona menos alumbrada de la carretera, aparte de usar el sistema antideslumbramiento del espejo interior.
7. Viajar descansado. Parar cada hora y media. Ante síntomas de lagrimeo, fatiga ocular, somnolencia o picor de ojos, parar y descansar.
8. Aumentar la frecuencia de vigilancia de los espejos y ventilar el vehículo.
9. No dejar la vista fija en un punto para evitar la monotonía.
Fuente: Revista de Tráfico y Seguridad Vial