En este artículo señalaremos una serie de consejos para reducir la emisión de sustancias nocivas al medioambiente y para aumentar el ahorro de nuestro bolsillo. A saber:
1. Salir sin acelerar. No es necesario pisar el acelerador al arrancar, pues se consume carburante inútilmente. La electrónica del vehículo regula las condiciones del encendido.
2. La 1ª solo para salir. No hay que abusar del acelerador. Se debe poner la segunda marcha tras dos segundos o 5-6 metros recorridos.
3. Anticipar el cambio. Acelerar de forma progresiva, sin pisar el pedal a fondo. En motores de gasolina, cambiar entre las 1500-2500 revoluciones; en los diésel, entre las 1300-2000.
4. Marchas largas. Utilizar marchas largas a bajas revoluciones el mayor tiempo posible, pero sin riesgos. Mantener siempre el control sobre el vehículo y tener capacidad de respuesta en caso de apuro.
5. Velocidad constante. Conducir a una velocidad lo más uniforme posible, sin acelerar ni frenar innecesariamente. Así el desperdicio de energía y combustible queda limitado.
6. Moderar la velocidad. El aumento de la velocidad implica un aumento mucho mayor del consumo de combustible.
7. Anticipación y previsión. Mantener la distancia de seguridad para anticiparse a los imprevistos.
8. Usar el freno motor. En las deceleraciones, levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha engranada. El motor actuará como freno y el consumo será cero. Si es posible, hay que detenerse sin reducir de marcha.
9. Pendientes. En las subidas, conviene retrasar -en lo posible- la reducción de marchas y acelerar ligeramente. En las bajadas es más eficiente circular en marchas largas y rodar por inercia, evitando siempre cualquier situación de riesgo.
10. Evitar el exceso de carga. El peso extra y los portaequipajes de techo pueden aumentar le consumo hasta un 40%.
11. Planificar la ruta. Un navegador en rutas desconocidas ahorrará vueltas innecesarias.
12. Consultar el estado del tráfico. Preveer los atascos y esquivarlos con rutas alternativas.
13. Comprobar los neumáticos. Una presión adecuada evitará sobregasto de combustible y alargará la vida de los neumáticos.
14. Vigilar el mantenimiento. Un coche en óptimas condiciones mecánicas contribuye a la conducción segura y eficiente.
15. Calefacción, si es necesaria. Lunetas térmicas, calefacción y aire acondicionado incrementan el consumo hasta un 25%.
16. Subir las ventanillas. Las ventanas abiertas aumentan la resistencia al avance y consumo extra del 5%.
Fuente: Revista DGT.
